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Traducido del inglés por J. M.
"Este es el gobierno de la derecha más extrema y
belicista que Israel haya tenido nunca. Pero ni el Primer Ministro ni el
Ministro de Defensa han sido capaces de convencer a una mayoría para un ataque
contra Irán”. La presidenta del Partido
Meretz Galon no confía ni en Barak ni en Netanyahu, ¿usted sí?
Comencemos por la
cuestión de fondo. La evaluación profesional dentro de nuestro ejército es que
Israel es incapaz de evitar que Irán se convierta en una potencia nuclear. A lo
sumo – y se trata sólo de la opinión de los más optimistas entre los expertos -
Israel podría posponer este nuclearización durante poco tiempo. No hay
justificación para una acción militar contra Irán. No hay ninguna justificación
para una acción que no puede lograr su objetivo declarado.
El actual gobierno de
Israel no está compuesto por blancas palomas. Este es el gobierno de la derecha
más extrema y belicista que Israel haya tenido nunca. Pero ni el Primer
Ministro ni el Ministro de Defensa han sido capaces de aglutinar una mayoría
que apoye un ataque contra Irán ni siquiera en ese terreno tan fértil. Cuando
la izquierda israelí se opone a un ataque contra Irán, la gente dice, bueno,
Zehava Galon es del Meretz. Es evidente que estoy contra ese ataque. Pero yo no
soy la única. Incluso personas cuya visión es totalmente opuesta a la mía
entienden que se trata de una propuesta megalómana, resultante de una
percepción basada en hipótesis y suposiciones equivocadas e irrealistas.
Como no han logrado
convencer al gobierno, el Ministro de Defensa y el Primer Ministro ahora han
lanzado una campaña intimidatoria diseñada para ablandar al público para un
ataque a precio de ganga con “sólo quinientos muertos”. El Ministro de Defensa
Ehud Barak llevó a cabo un acto de manipulación de los medios que era a la vez
inútil y traslúcido. El mismo había sido entrevistado por Ari Shavit camuflado
como alto funcionario del departamento de defensa. Un miembro del gobierno es
un funcionario electo. Si tiene algo que decirle al público en general, aquí o
en el mundo entero, lo debería hacer, no bajo una imagen pixelada, ni oculto
detrás de una máscara o con la voz cambiada. Debía venir francamente y decir lo
que quiere decir.
¿Quienes serán los 500 muertos?
Estoy en contra de un
ataque a Irán, no sólo por motivos que tienen que ver con cuestiones de
seguridad ni tampoco por el principio de postura moral sobre que Israel debe
evitar elegir el camino de la guerra que, por experiencias pasadas, nos hizo
sino meternos en más problemas. Me opongo a la guerra por razones de la
sociedad civil. Es conveniente saber quiénes serían los “quinientos muertos”
que serían las víctimas innecesarias de una operación cuyo fallo se conoce de
antemano.
Se puede determinar ya
aquí y ahora, con certeza, que las víctimas -como de costumbre - serían de
sectores desfavorecidos de Israel, al igual que ocurrió en la segunda guerra
del Líbano. Los muertos serían las personas que viven en edificios sin espacios
seguros, en barrios sin refugios, en las zonas en las que el servicio de
ambulancia no llega tan rápido y en las ciudades en las cuales es más difícil
acceder a los recursos médicos. Aquellos que resultarán muertos son los que
viven en regiones donde las autoridades locales responsables de los servicios
esenciales se verían colapsadas en cuanto se lanzara un ataque. Estas personas
no tienen la movilidad necesaria para buscar una residencia alternativa en caso
de emergencia. Para Barak, las vidas humanas son baratas por definición, pero
son aún más baratas a sus ojos cuando sabe que las víctimas son los ciudadanos
más pobres y no los residentes de las torres de lujo de Tel Aviv.
“Preparar un ataque
contra Irán” abarca mucho más que el adiestramiento de las Fuerzas Aéreas.
¿Puede uno depender de que Netanyahu está preparándose realmente cuando su
camarilla realiza recortes despiadados en el sistema de salud, en los
presupuestos de las autoridades locales y descuida servicios de emergencia en
el frente doméstico? Estos componentes no son menos importantes que otros en la
capacidad de Israel para hacer frente a los ataques.
Cómo puede el sistema
de salud hacer frente a una situación de emergencia nacional con una multitud
de víctimas cuando ya se mantiene a las personas en los pasillos y los pasantes
se están derrumbando bajo la presión laboral? ¿Cómo es posible que el servicio
de bomberos se ocupe de edificios que se desplomaron cuando sólo hace un año y
medio fue incapaz de apagar el incendio en el Monte Carmelo? Asumir la
responsabilidad es mucho más que dar la orden de fuego, también es preparar el
sistema para el día después, y en ese sentido Netanyahu es un fracaso colosal.
Pero una vez golpeado,
dos veces tímido. El público israelí, que todavía tiene las cicatrices de los
incendios en Monte Carmelo (ver informe del Controlador del Estado) y sigue
sufriendo a causa de los daños de la segunda guerra del Líbano (véase el
informe Winograd sobre el proceso de toma de decisiones del liderazgo político),
sería sabio si duda del juicio de sus dirigentes. Barak y Netanyahu tratan de
intimidarnos con lo que no sabemos (pero que se publica constantemente en los
periódicos). Creo que hay que hacer resistencia al ataque a Irán precisamente
por medio de la información de la que realmente disponemos: no hay ninguna
posibilidad de éxito y hay falta de preparación.
La dirigente de Meretz, Zehava Galon, publicó el
artículo original en hebreo en http://saloona.co.il/blog/%D7%9C%D7%90-%D7%9C%D7%9E%D7%9C%D7%97%D7%9E%D7%AA-%D7%91%D7%A8%D7%99%D7%A8%D7%94/
Traducido al inglés por Sol Salbe del Middle
East News Service Melbourne, Australia
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