Tel Aviv (PL) -- Un centenar de líderes cristianos
palestinos exhortan hoy al mundo a poner fin "al sistema de
apartheid" que vive ese pueblo árabe ocupado por Israel hace más de 60
años y demandan terminar con la ocupación como única forma de alcanzar la paz
verdadera.
En carta abierta a la opinión mundial, señalan que el
pueblo palestino está siendo atragantado por un muro que en forma de serpiente
"devora nuestra tierra".
Los religiosos respaldan la iniciativa de la
Organización para la Liberación de Palestina de pasar del estatuto de estado
observador a no miembro en las Naciones Unidas y piden al mundo apoyar esa
solicitud, negada por Israel y secundada por Estados Unidos, que los puede
colocar más cerca de la libertad.
"Para lograr la paz, el mundo también necesita decir basta a la ocupación y a la degradación de la dignidad humana", afirman.
La misiva denuncia la beligerancia de una potencia que trabaja sin descansar para "distanciarnos de la paz que buscamos y por la cual rezamos".
Al respecto declara que la ocupación israelí de tierra palestina es un pecado contra Dios y la humanidad porque deprava a los palestinos de los más básicos derechos humanos.
El texto recuerda que los palestinos por más de 64 años cargan cada día con una cruz y subraya que el fin de la ocupación israelí es la única forma en que cristianos y musulmanes palestinos puedan vivir una vida de prosperidad y progreso "en esta, nuestra Tierra Santa".
Esa es la mejor forma para preservar nuestra historia y ayudar a derribar el muro de la ocupación que "ha desconectado a Jerusalén de Belén por primera vez desde el inicio de la Cristiandad", remarca.
Los líderes religiosos palestinos emplazan a Europa a tener una actitud más activa en la resolución de la paz para Palestina y recuerdan que ese continente ha sido promotor incansable de los valores de los derechos humanos.
En su carta "desde la Tierra Santa", llaman a tomar ese "pacífico, correcto y colectivo paso hacia la liberación, para que nuestro próximo aleluya pronto se convierta en una celebración de una paz que vivimos y no un anhelo de una realidad que se nos niega injustamente".
La misiva la rubrican el Patriarca Emeritus de Jerusalén ocupada, Michael Sabbah; el arzobispo Atallah Hanna, del Patriarcado Ortodoxo Griego, también de Jerusalén, y el monseñor Rafik Khoury del Seminario del Patriarcado Latino.
Otros de los firmantes son Sami El-Yousef, director regional para Palestina e Israel, Misión Pontificial para Palestina, y el reverendo Alex Awad, Pastor de la Iglesia Bautista, entre otras decenas de personalidades.
"Para lograr la paz, el mundo también necesita decir basta a la ocupación y a la degradación de la dignidad humana", afirman.
La misiva denuncia la beligerancia de una potencia que trabaja sin descansar para "distanciarnos de la paz que buscamos y por la cual rezamos".
Al respecto declara que la ocupación israelí de tierra palestina es un pecado contra Dios y la humanidad porque deprava a los palestinos de los más básicos derechos humanos.
El texto recuerda que los palestinos por más de 64 años cargan cada día con una cruz y subraya que el fin de la ocupación israelí es la única forma en que cristianos y musulmanes palestinos puedan vivir una vida de prosperidad y progreso "en esta, nuestra Tierra Santa".
Esa es la mejor forma para preservar nuestra historia y ayudar a derribar el muro de la ocupación que "ha desconectado a Jerusalén de Belén por primera vez desde el inicio de la Cristiandad", remarca.
Los líderes religiosos palestinos emplazan a Europa a tener una actitud más activa en la resolución de la paz para Palestina y recuerdan que ese continente ha sido promotor incansable de los valores de los derechos humanos.
En su carta "desde la Tierra Santa", llaman a tomar ese "pacífico, correcto y colectivo paso hacia la liberación, para que nuestro próximo aleluya pronto se convierta en una celebración de una paz que vivimos y no un anhelo de una realidad que se nos niega injustamente".
La misiva la rubrican el Patriarca Emeritus de Jerusalén ocupada, Michael Sabbah; el arzobispo Atallah Hanna, del Patriarcado Ortodoxo Griego, también de Jerusalén, y el monseñor Rafik Khoury del Seminario del Patriarcado Latino.
Otros de los firmantes son Sami El-Yousef, director regional para Palestina e Israel, Misión Pontificial para Palestina, y el reverendo Alex Awad, Pastor de la Iglesia Bautista, entre otras decenas de personalidades.
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